Armando E. Casquero Alcántara
Poeta Cerreño
El Ángelus entonan las campanas
Y es hora de rezar, niñitos míos:
recemos por las gentes inhumanas
y por las que cometen desvaríos.
Recemos por las almas soberanas
Del mal y por los hombres tan impíos,
Por esos de tendencias más insanas
Y por los de cerebros muy vacíos…
Recemos por los dueños de pecados,
Por lo que por la ira son cegados
Y por los miserables delincuentes…
Recemos por los malos sin consuelo,
Por los que el corazón tienen de hielo
Y nunca se conduelen de las gentes…!
Poeta Cerreño
El Ángelus entonan las campanas
Y es hora de rezar, niñitos míos:
recemos por las gentes inhumanas
y por las que cometen desvaríos.
Recemos por las almas soberanas
Del mal y por los hombres tan impíos,
Por esos de tendencias más insanas
Y por los de cerebros muy vacíos…
Recemos por los dueños de pecados,
Por lo que por la ira son cegados
Y por los miserables delincuentes…
Recemos por los malos sin consuelo,
Por los que el corazón tienen de hielo
Y nunca se conduelen de las gentes…!
Publicado en Revista Participación. LABOR. Abril 2006
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