25 mayo 2008

La tantawawa

Tomamos extractos de "Memorias Cerreñas" de la obra de Marino Pacheco Sandoval y adicionamos notas actualizadas.


"La tantawawa cerreña es un producto del arte de la panificación... Los elementos que conforman la tantawawa le dan la fuerza vital a sus formas y una opresión a su contenido. Entre las tantawawas existen figuras humanas alargadas y animales estilizados, decorados ingenua y delicadamente con flores, lineas e incisiones ricamente combinados con colores rojos, verdes, blancos, azules, negros, amarillos y violáceos.", además de otros colores llamativos fosforescentes; como pincel utilizan ahora ramas de arbustos afilados o los palitos que se utilizan en la fabricación de helados, aun más, para obtener el color negro tan sólo mezclan la masa con el hollín y los demás colores en la actualidad lo hacen con témperas. Contrario a lo que puedan pensar de que está hecho de "yeso" la masa se prepara con ingredientes aptos para el consumo humano y se puede comer con sólo extraer los colores y los adornos que pueda contener esa wawa.

"Los artesanos más famosos proceden de la localidad de Huariaca. Sus técnicas artísticas...se convirtieron en patrimonio del (poblador) huariaqueño y como actividad artesanal fue convertida en una fuente adicional de ingreso económico.

Los esposos Artemio Narváez y Juana Malpartida, fueron los artesanos más conocidos de Huariaca; trabajaron por "amor al arte", elaborando las tantawawas con la convicción cristiana de cumplir con el mandato especial... Parece ser que su referente inicial fue la muñeca de Biscuit de loza adaptada creativamente a una costumbre ancestral. Ellos fueron quienes prepararon los primeros moldes de yeso para elaborar las tantawawas cerreñas, los mismos que aún usan sus seguidores.

Embrujados por esa memoria ancestral, continuaron trabajando Sabino Castañeda, Angel López Jaime, Adela Rojas y Fortunata Alpas Presentación. Hoy se distinguen los hermanos Agustín, Porfirio, Aníbal y Mercedes Jaime Alpas y Olga Jaime Mayta, entre otros "

3 comentarios:

Zanahoria dijo...

Que linda es mi muñeca,
Que dulce es su sabor,
Que pena que tenga
Tan delicado el corazón.

Este es un pequeño poéma que hice para mi tantawawa cuando niña, cuando jugando a ser su madre en mi entrañable Cerro, buscando cobijarla de tanto frio. Cuanta nostalgia ver una tantawawa, tanta como cuando regreso para mi tierra y encuentro que aquellas calles de mi niñez, desaparecieron para nunca más volver. Gracias por trarla a mi memoria otra vez.

Gabriel Alvarado dijo...

en verdad no se si creeras lo que te voy a contar, pero bueno...busco a algunos familiares de mi abuelo "Gabriel Proaño Narvaez", sobrino de lizandro proaño y de cipriano proaño, el vino a lima muy joven, y bueno quiere encontrar la tumba de mi bisabuela maria narvaez, si de alguna forma podrias ayudarme te pediria a manera de favor te pongas en contacto conmigo: gabriel1219@gmail.com

Eliot Ríos V. dijo...

Original y tierno el poema de Marushka.
La tantawawa, un símbolo de las festividades en honor en nuestros seres que pasaron a mejor vida, una tradición que no debe perderse.